La objetividad se refiere al objeto real captado por los sentidos.
La subjetividad también se refiere al objeto, pero idealizado por nuestra mente.
Una manzana es captada por los sentidos, tal como su forma, color, olor y sabor.
La misma manzana la podemos representar —subjetivamente— y pensarla de otro color, con otra forma, aroma y otro sabor.
Es la misma manzana percibida por nuestros sentidos tal y como es ella (objetivamente), y es la misma manzana representada en nuestra mente, de forma idealizada (subjetivamente).
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